Sasaki Tenryu
Edad: 20 años.
Estatura: 1.95cms.
Peso: 86 kilos.
Orientación sexual: Hetero.
Procedencia: Jonio.
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Afiliación:
- Antiguo acólito de la orden Kinkou.
- Antiguo acólito de la orden de las sombras.
- Actualmente neutral.
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Habilidades:
- Gran capacidad de manipular su Ki en un estado puro. Normalmente se muestra como un manto de luz azulada a su alrededor. Puede hacer gran cantidad de maniobras con esta energía, desde añadirla a su espada y proyectarla hasta crear alrededor de si mismo una membrana protectora que refuerza su piel un poco, así como mejorar sus capacidades físicas y espirituales.
- Gran soltura en el combate cuerpo a cuerpo, tanto con armas como sin ellas.
- Capacidad para ver el velo, mas no cruzarlo. Así como a sus criaturas.
- Su principal punto fuerte es la velocidad, tanto de reacción como a la hora de moverse. Pero eso no quiere decir que no tenga fuerza.
Yokai:
- Cuando el cuerpo de Sasaki sufre un daño bastante grande, en lugar de colapsar o morir, una entidad se muestra en lugar del joven. Esta es completamente irracional y solo se guiará por los últimos pensamientos del joven. Si ha decidido proteger a alguien protegerá a esa persona hasta desfallecer de nuevo, si lo que quiere es matar a alguien, irá a por esa persona aunque tenga que recorrer el mundo entero.
En este estado Sasaki no atiende a razones ni a palabras, su poder también se ve aumentado de forma abrupta haciendo que la palabra "monstruo" sea apropiada para él, pues a cambio de perder incluso la habilidad de hablar adquiere un potencial destructivo bastante notorio.
Historia:
- Para explicar la procedencia de los poderes de Sasaki hay que remontar a cuando tenía 7 años, momento en el que él, procedente de una humilde familia de granjeros jonios pasea con su madre cerca de un lago y este es testigo de cómo algo la devora intentando protegerlo. En su casa la conmoción fue enorme pues su padre estaba locamente enamorado de ella y sus hermanas eran bastante más pequeñas que él.
Durante un tiempo dejó de ser un niño alegre y que jugaba con el resto como cualquier otro, de forma habitual iba al lago, como si estuviese todavía buscando a su madre en el proceso de casi perder la cordura allí de no haber sido por su padre, quien para fortalecer su mente empezó a tratarlo no solo como un adulto, sino que también como a un discípulo.
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Durante muchos años estuvo entrenando en el arte de la espada y las artes marciales. Antaño su padre fue un gran luchador, casi tanto como aquellos que se ganaban renombre hoy en día en Jonia y si bien Sasaki no era tan fuerte si que era como una esponja de conocimientos y habilidades, siendo ya un experto espadachín con los 12 años, casi un prodigio si se miraba con un ojo crítico.
Sin embargo él no siguió el camino de los espadachines de su familia sino que se entregó a la orden Kinkou como acólito. Allí hizo algunas amistades, algunas más que otras. Pero lo importante estaba en lo que ocurrió el día en que murió Kusho a manos de Zed.
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Durante un tiempo, Sasaki siguió a Shen en aquella huida del templo, incluso vivió una pequeña incursión de unos espíritus en el mundo mortal, incursión en la que murió con un agujero en el pecho. Sin embargo después de una noche entera en la que estuvo perdido en un barranco, se despertó con una extraña espada de gran tamaño en su espalda, casi parecía un mandoble con forma de katana. Tras esto, buscó a la orden de las sombras, los encontró y se unió a estos discrepando de la inacción que había decidido tener Shen.
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No pasó demasiado tiempo en el que vio que se equivocaba en un pequeño pueblo portuario que Jhin atacó, Shen en cólera atacó a Zed y pese a que hubiese querido intervenir, Kayn, uno de los seguidores de Zed se hizo con el control de la orden.
Él ante el error que había cometido decidió desertar de esta orden también, además porque estaba viendo que los objetivos de estas distaban de la moralidad de si mismo.
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Así, hasta el día de hoy, se ha dedicado a viajar por Jonia intentando no solo limpiar su reputación, sino que también dando caza a estos espíritus que amenazaban a las poblaciones para que nadie más tuviese que pasar por lo que pasó él y su familia. Algo que seguramente con la orden de las sombras no habría podido, así como con los Kinkou.
